El Instituto de la Mujer promueve el debate sobre hábitos culturales que, tradicionalmente, han discriminado negativamente a las mujeres. En ellos se encuentran los usos sexistas del lenguaje que han ocultado su presencia y protagonismo en todos los ámbitos: educativo, político, económico, cultural, científico, etc.
Esta publicación es el resultado del análisis de documentos e impresos que, con frecuencia, utilizamos en nuestra vida cotidiana: contratos de arrendamiento, sentencias judiciales, padrón municipal, censo… Es decir, “papeles” que nos encontramos cada día y que todavía, en muchos casos, no utilizan el femenino cuando corresponde hacerlo.
Mediante una pequeña historia ilustrada con viñetas se pretende hacer más fácil y amena la reflexión sobre el lenguaje que usamos a diario, mostrando, a la vez, la necesidad de introducir cambios para no excluir a ninguno de los dos sexos.
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