Hace un año que no escribía ninguna entrada en el blog, pues este año no coordino el proyecto de Coeducación ni el de Paz, pero he descubierto una colección (que seguro much@s conoceréis porque lleva editada muchos años...), pero yo acabo de conocer y me ha encantado.
Además, como se acerca el 8 de marzo, puede ser ideal para trabajarla en los centros.
Por si no la conocéis, se trata de la colección "Había otra vez...", de Yanitzia Canetti, que se compone de ocho libros que parten de los cuentos clásicos que hemos leído tantas veces (Caperucita Roja, Pinocho, Cenicienta,...), pero introduciendo cambios que rompen con los roles y estereotipos asumidos culturalmente. Además, los cuentos están escritos en verso, lo que los hace aún más atractivos y facilita la memorización.
A continuación os dejo los título, el enlace para adquirirlos y una breve descripción:
El patito no es feo, sino... ¡bello!. Resulta que mamá pata paseaba cerca del río, vio un huevo grande y dijo "Esto no es mío, ¿Lo debería adoptar?. Pero lo pensó mejor, porque ya tenía diez preciosos patitos. Uno de ellos muuuyyyy guapoooo....
Pinocho no miente, sino que el mentiroso mentiroso era Gepetto, a quien el hada le concedió el deseo de tener
un nieto que aliviara su soledad, advirtiéndole que si decía mentiras
sus orejas crecerían sin medida. Pinocho era un niño preguntón, por lo
que Gepetto, a veces, soltaba alguna mentirijilla…
Había una vez un joven al que todo el mundo llamaba Ceniciento porque
siempre estaba sucio y polvoriento. Pero es que limpiaba chimeneas,
cocinaba, lavaba la ropa, barría, fregaba toda la losa, cosía planchaba,
sabía de pintura , arreglaba tuberías y sacaba la basura, pero, además,
ayudaba a la gente…
Aladino, que era un niño muy fino, y no un pobre indigente, estaba
recorriendo su reino en un camello cuando se encontró una lámpara
espantosa. La frotó, y salió el genio, pero esta vez los tres deseos no
era fácil que se cumplieran porque…
Había una vez una niña, con los ojos rasgados y de color caramelo, su
piel como chocolate y muy crespo su pelo a quien su mamá puso de nombre
Blanca Nieve, que murió atragantada ¿con un trozo de sandía?
Secuestrada desde pequeña, Rapunzel se quedó calva de tanto utilizar sus
trenzas para que la bruja subiera a la torre por ellas. Sin embargo,
gracias a Lucho José, el portero de la torre, que además era profesor de
natación, pudo recuperar su maravillosa cabellera. Pero, ¿qué hizo con
tanto pelo?
Y fue así que en un precioso castillo nació una niña muy fea a la que
pusieron de nombre llamaron Dolores, y le decían Lolita. Y es que sus
padres no la veían tan horrorosa…
Margarita era una niña muy pobre, que no tenía padre, y que vivía con su
madre y sus nueve hermanitos. Era tan pobre que no tenía ni abrigo. Por
eso, el día que iba caminado por el bosque y se encontró una caperuza
toda descolorida colgada de un árbol, no dudó en llevársela. ¿de qué
color sería cuando tenía color?¿Amarilla?
Si no conocíais estos cuentos y os "ha picado" la curiosidad tanto como a mí, podéis saber más sobre la autora en el blog CuatroGatos, en el que responde a una entrevista sobre la colección.
Para terminar, os enlazo el material "SIETE ROMPECUENTOS PARA SIETE NOCHES", del que os hablé en el blog hace unos años y que es similar al comentado hoy.
Hasta otra,
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