ALUMNADO AYUDANTE: 2ª Sesión

La semana pasada realizamos durante la sesión diversas dinámicas de presentación y conocimiento de los distintos alumnos y alumnas que componen el grupo. También dimos a conocer aquellas características y cualidades propias de un alumno o alumna ayudante.

Hoy hemos comenzado la sesión con dos dinámicas para conocernos algo más y una actividad para conocer mejor las manifestaciones (físicas y verbales) de los sentimientos y emociones pues, si la función del alumnado ayudante, es ayudar a aquella persona que lo necesite, lo primero que deberá hacer es detectar cuando requiere su ayuda.

A continuación detallamos estas actividades:

1. LA CANASTA DE FRUTAS.

Nos hemos sentado en círculo y hemos colocado una silla menos de las que necesitábamos. Después, hemos designado a cada uno con el nombre de una fruta (limón, naranja y fresa), asignando una misma fruta a varias personas. El juego consiste en que, la persona que se queda en el centro, va relatando una historia (inventada) y, cada vez que dice el nombre de una fruta, las personas que hayan recibido ese nombre, cambian de asiento (intentando sentarse el que inicia el juego de pie). Además, si en el relato aparece la palabra "canasta", todos y todas deben cambiar de asiento.

Cada vez que una persona queda sin asiento, debe presentarse y decir una cualidad sobre sí mismo/a.

2. ASÍ SOY YO, ASÍ ERES TÚ.

Los objetivos son:

• Aprender a conocernos a nosotros mismos y a nosotras mismas.
• Valorar nuestras características positivas y comprender que las negativas también pueden cambiarse.
• Establecer una clima de confianza en el grupo.

La actividad consiste en dividir un folio en dos partes, con una línea en el centro. En la parte izquierda escribimos cinco características que nos definan y decimos si nos gustan o no.

Cuando se ha terminado, se recogen los folios y se reparten de forma que a nadie le toque el suyo.

Cada persona lee las característica que hay en su folio y dibuja en la parte derecha del mismo, cómo se imaginan a la persona que ha escrito esas cualidades. Después, cada persona explica cómo es la persona que le ha tocado y porqué la ha dibujado así, intentando descubrir quién es entre todos y todas.

Por último, si alguien se ha descrito con una característica que no le gusta, le ayudamos a encontrar la manera de mejorarla.

3. ALFABETIZACIÓN EMOCIONAL

Los objetivos que hemos pretendido con esta actividad son:

• Identificar, clasificar y describir diferentes emociones.
• Utilizar y ampliar el vocabulario emocional.
• Descubrir emociones frente a diferentes situaciones o circunstancias.
• Expresar emociones a través de la dramatización.

Los materiales que precisamos son los siguientes:

• Varias fotos y dibujos grandes que expresen las emociones seleccionadas (alegría, tristeza, enfado, asombro, miedo, vergüenza, interés y aburrimiento). Para ello seguimos a Manuel Segura:

Seis de estas emociones las encontramos en el material Decide tú - II (en pdf), que os adjuntaremos en la siguiente entrada, pero han sido ampliadas con otras dos (aburrimiento e interés), que podemos ver en su libro Relacionarnos bien, del que también os dejamos su reseña en otra entrada:

• Selección de imágenes donde se puedan reconocer las emociones a trabajar:

• Tarjetas plastificadas con el nombre de cada una de la emociones que estamos estudiando:

• Una fotocopia para cada alumno de la pag 64 del libro “Relacionarnos Bien” de M. Segura.

Y, la actividad ha sido desarrollada del siguiente modo:

• Sentados en círculo, para favorecer la comunicación, hemos intentado descubrir qué es lo que conocen sobre las emociones. Para ello, hemos realizado una lluvia de ideas con aquello que cada alumno y alumna sabía sobre este tema, completando con otros conocimiento que aún desconocían.
• A continuación, hemos presentado las ocho emociones que os hemos mostrado y que son sobre las que vamos a trabajar. Para ello hemos pretendido que nuestro alumnado, como propone Manuel Segura, aprenda a distinguir entre la forma de percibir las emociones a través de la vista y del oído.

Para ello, hemos repartido las tarjetas con los nombres de las emociones (una por alumno/a) y, usando las imágenes que hemos recopilado, las hemos ido sacando y pidiendo que aquellos que tuviesen el nombre de la emoción que reflejaba la persona de la lámina, lo enseñase a los/las demás.

• Después, hemos metido los nombres de las emociones en una bolsa y, uno a uno, se han sacado las tarjetas y se han representado, con gestos y sonidos, pero sin palabras, aquellas emociones que les han ido tocando. Los demás han tenido que adivinar de qué emoción se trataba.

• Por último, se les ha entregado la ficha de la pag 64 presentada anteriormente y se ha hecho de forma individual, reflexionando sobre la emoción a la que corresponde cada afirmación y reflejando sus conclusiones en la casilla de la izquierda.